lunes, 1 de agosto de 2011

LAS VACACIONES DE UN TRIPULANTE


Si algo tenemos en común los pilotos y tripulantes de cabina es que somos personas libres, que no soportamos la rutina del día a día y cuando nos encierran en un mismo ambiente nos asfixiamos. Normalmente la vida de un tripulante pasa entre aeropuertos, hoteles, aviones, husos horarios y compañeros de trabajo. Los días que estás en casa siempre son reducidos y nunca son más de cuatro seguidos. "Necesito vacaciones" "no quiero ver un avión en un mes" y vivimos constantemente quejándonos de que necesitamos tener una vida normal, que necesitas hacer diligencias, compartir con tu pareja, tus amigos y tu familia. Vivimos una vida acelerada, inestable pero que a la final a pesar de que nos quejamos no cambiaríamos jamás por un trabajo de oficina de 8 a 5 de la tarde.

Finalmente llega el gran día: las vacaciones. Que alegría por un mes voy a ser una persona normal, cuelgo el uniforme y digo "no te veo en un mes" estás feliz, tu familia está feliz y tu pareja está feliz. Pero algo pasa.... La euforia de los primeros días comienza a pasar a medida que te das cuenta que tu vida de normal no tiene nada. Una vez que terminas de hacer todas las diligencias que tenías pendiente, que te lanzaste un viajecito corto por ahí y dormiste más que un oso en pleno invierno te empiezas a dar cuenta que ya no estás eufórico y comienzas a extrañar los hoteles, el olor a avión en tu ropa y hasta el pancito con mantequilla que te comes todos los días en el vuelo. Y eso es sólo el comienzo... con el paso de los días te das cuenta que tus amigos ya no te llaman y están totalmente acostumbrados a que no estés, que hay fiestas a las que ya no te invitan; tu pareja, aunque no lo diría jamás se da cuenta que a pesar de que deseaba tenerte las 24 horas al día disponible ya se está tornando un poco asfixiante... total ella también está acostumbrada a que no estés.... y tú te das cuenta que necesitas decirle "chao mi amor nos vemos en tres días" porque ya no soportas el volver a ir al restaurante, subir al Avila e ir al cine por enésima vez y si vives en pareja o con tu familia comienzan a verte raro porque comienzas a ser una versión moderna de un ermitaño; sentado en la computadora o viendo tele todo el día. Total.. que más queda por hacer... estoy de vacaciones. Pronto comenzará nuevamente la rutina, los aviones, la voladera, los hoteles y los cambios de horario y nuevamente comenzará la queja "necesito vacaciones" y olvidaremos lo aburridos que llegamos a estar en estos días de ocio extremo.

Twitter: @Charlieccs

1 comentario:

  1. jajajaja me causo muchísima gracia leer esto ya que estoy haciendo el curso para tcp y dentro de poco estaré volando! de ante mano pienso en lo mucho que me hará falta mi familia, mi pareja y el tiempo de descanso, pero es cierto! no hay nada peor que una rutina diaria de 8 a 5 en la que también te pierdes mucho de la vida encerrado en una oficina y lejos de los que te aman y a quienes amas sin conocer el mundo y todas las cosas que guarda!

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