viernes, 16 de septiembre de 2011

UNA FOTO MUY ESPECIAL


Revisando el baúl de los recuerdos encontré hoy esta foto que sencillamente me describe. Recuerdo como si fuera ayer ese momento. Noten que hasta corbata (de Mickey Mouse) pero corbata a la final me ponía para viajar en avión. Desde niño apasionado por la aviación.

Felices vuelos!

lunes, 12 de septiembre de 2011

VIAJO EN PRIMERA....



Si porque en tu empresa te regalaron el pasaje, te tocó comprar ahí porque no quedaba más nada o simplemente que por sobreventa del vuelo la aerolínea te hizo un upgrade a Clase Ejecutiva este post es para tí. He aquí una simple lista de cómo viajar en Clase Ejecutiva sin que nadie se de cuenta que es tu primera vez.

Si al llegar al aeropuerto te informan que vas a viajar en Ejecutiva no pongas cara de mujer emocionada por ganarse el Kino Táchira. Ni te voltees a decirle a tus familiares "Me pasaron pa´ Primeraaaa" porque todo el mundo se va a dar cuenta que eres un primerizo.

No menciones cada dos minutos que viajas en "primera". Si estás en fila para embarcar no llegues al principio de la cola con tu tarjeta de embarque en la mano y preguntes "Yo voy en primeraaa por dónde paso?" porque vas a quedar muy mal. El pasajero de Ejecutiva sabe cuando y por donde embarcar así que disimula; espera o haz tu cola como todo el mundo. Así nadie notará que eres un primerizo.

Al abordar en casi todas las aerolíneas ofrecen un cóctel de bienvenida, tómalo, siéntate y espera. Todo lo que ofrezcan en ese momento te lo van a llevar. No pidas de más porque ahí ya vas a ser delatado.

No reclines tu asiento mientras aún estás en tierra. Eso es un gran No No!. Ningún viajero ejecutivo se va a poner a reclinar el asiento cuando sabe que en unos minutos lo van a mandar a ponerlo recto otra vez. Así que aguántate hasta que el avión despegue. Créeme vas a tener tiempo de reclinar tu asiento y ponerlo como te de la gana sin que nadie se de cuenta de que eres un primerizo.

A la hora de la comida pide lo que realmente quieras. No aceptes todo lo que te ofrezcan. "Señor: ¿Desea ustéd comer Tetas de novicia y pelotas de fraile?" - Si por supuesto. Y así aquella cosa te parezca algo repulsivo, bizarro y no comestible lo tomas porque estás en Primera Clase. Eso es un gran no no. Imagínate que estas en un restaurante y pides realmente lo que quieres; no estás en el buffet "tómalo todo porque es gratis". Gran no no.

Si quieres llevarte algo de recuerdo hazlo disimuladamente. No preguntes si te puedes llevar la cobija o el salero. Ni mucho menos pidas si tienen "otro estuchito de esos de aseo para mi mamá" Eso es un gran no no. Viajero ejecutivo que se respeta no se lleva nada del avión y el regalo a la mamá ya lo compró en el duty free.

Pide lo que normalmente tomas. Si te gusta el whisky toma whisky, si te gusta la cerveza por qué no? Pero no pidas tragos elaborados como un "Blody Mary" o un "Martini con dos aceitunas" y mucho menos pases todo el vuelo tomando Champaña; porque aparte que te vas a bajar con una pea espantosa, vas a quedar como un primerizo que terminó metido en el cuartico del Aeropuerto Internacional de Miami luego de hacer una linda escena frente al oficial de Inmigración.

Felices vuelos!

@Charlieccs

domingo, 4 de septiembre de 2011

COTORREADOR EN LOS AIRES


Soy un cotorreador. Lo reconozco, me da un placer horrible conversar y conversar. Sobretodo con extraños. Pero ¿qué es un extraño? Simplemente una persona a la que aún no le hemos dicho Hola! ¿Cómo estas, cómo te llamas?.
Una de las cosas que más amo de mi trabajo es que me da la oportunidad de conversar con extraños. Personas que probablemente nunca vuelva a ver jamás y que por éso mismo muchas veces soltamos las lenguas y conversamos abiertamente. En los aviones la gente no está en su ambiente normal. Muchos están nerviosos, tienen ansiedad o simplemente están aburridos y no hay mejor forma de calmar los nervios, aplacar la ansiedad o matar el aburrimiento de un vuelo de 8 horas que hablar con un tripulante. Y yo como soy un cotorreador me aprovecho de ello.

En los vuelos largos; esos nocturnos en los que todo el mundo duerme y nosotros aguantamos el sueño y pasamos frío siempre hay alguien que se acerca al galley (la mal llamada cocina porque ahí no se cocina nada) y comienza a merodear, tu ves la actitud de la persona y dices "ayy este(a) quiere cotorrear" y empiezas el ritual de acercamiento: dejas lo que estás haciendo y te quedas como con cara de fastidiado y esperas el contacto: "hace frio no?" o "me das un aguita por favor?" y ya sabes que viene la cotorreada.

Siempre comienzan igual, primero el ritual de las "cinco preguntas más frecuentes que le hacen a un tripulante de cabina" y luego viene la parte buena. La gente quiere saber de ti antes de compartir sus experiencias así que trato siempre de ser lo más detallista posible para luego cumplir mi fetiche de que me cuenten sus vidas. En estas cotorreadas he conocido gente interesantísima. Desde atletas que van a competencias y terminan contándote sus miedos a perder, a viajeros errantes que van a probar suerte en otras partes, gente que regresa al país después de intentarlo afuera y fracasar y hasta viejos que te cuentan cuántas relaciones fuera del matrimonio tuvieron cuando eran jóvenes. En una oportunidad me puse a hablar con un muchacho con look de emo que terminó diciéndome que tenía una necesidad loca de llamar la atención y que era culpa de sus padres porque cuando era niño le prestaban atención a su hermana mayor y a el lo dejaban a un lado. Mi recomendación? psicólogo contigo porque mientras más viejo más loco. Eso me ha dado mi experiencia en la vida y las cientos de hora de "terapia" que he llevado en los aviones conversando con extraños.

Felices vuelos!


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