jueves, 7 de junio de 2012

UN DIA EN LA VIDA DE UN TRIPULANTE PARTE II

Tiempo sin escribir por aquí. Ahora ando en una nueva fase de mi vida en la que comparto mi vida en el aire con mi vida en una oficina 4x4. Algo que más adelante les contaré.

Tengo una deuda con todos ustedes mis queridos lectores así que hoy,  a pesar de que estoy cansado voy a aprovechar que tengo las musas alborotadas y les traigo "Un día en la Vida de un Tripulante parte II". En esta oportunidad los voy a llevar conmigo a un vuelo transatlántico a Europa con una pernocta de 2 días en pleno Invierno.
 
08:00 am A levantarse pensando "ay papa hoy me toca cruzar el charco". Desayuno rápido, quizás una diligencia rápida y a alistar todo para ir camino al aeropuerto. Para éstos vuelos hay que revisar siempre dos cosas: el pronóstico del tiempo y un poco las noticias del lugar de destino para no estar tan perdido. Comienzas a empacar tu maleta y entre las cosas que hay que meter hay que meter el aparatoso abrigo de invierno, bufanda, guantes y calentadores porque a pesar de que estás en el trópico a 32 grados mañana estarás llegando a -4 grados centígrados. Las maletas de invierno son horribles; mi maleta, mi fiel compañera siempre queda gorda rechoncha. Forzar el cierre estripando mi aparatoso abrigo de invierno y listo. Ahora a descansar o a terminar lo que haya pendiente por hacer y estaré listo para el viaje.

12:00pm Suena la alarma que recuerda que el tiempo de toda tu vida se detiene. Es hora de darse el baño y comenzar el ritual de transformar a ésta persona desordenada y rochelera en un tipo de traje y corbata bañado en perfume, peinado y afeitado. Me miro en el espejo y siempre pienso lo mismo "Dios no me voy a quitar este disfraz hasta dentro de 18 horas".
1:30pm  Te despides de tus seres queridos con un simple “chao nos vemos en unos días” y a lidiar con el tráfico de Caracas. Para los que son de otros países les cuento que la capital venezolana es probablemente uno de los lugares menos amigables del mundo para conducir y más a horas pico. Con 32 grados afuera y colas interminables uno pierde un poco la paciencia. Se te atraviesa un carro y piensas "#$$&(/&%& yo voy a cruzar el charco!!! y mientras ustedes duermen yo noooo quítateeeee!!!"

3:30pm Después de dos horas de tráfico infernal finalmente en el aeropuerto. Maiquetía se encuentra en la zona costera,  por lo tanto me reciben 34 grados y una humedad del 100% solamente caminar con el traje negro y arrastrando la maleta provoca que se activen todas las glándulas sudoríparas y llegues al terminal más sudado que la tapa de una olla hirviendo. El aire acondicionado del aeropuerto te recibe bondadoso  y comienza el proceso de secarte y pensar "bueno, ahora si a cruzar el charco"

4:30pm Abordamos el avión. El capitán hace su briefing y nos informa que el tiempo de vuelo será de 8 horas 50 minutos y que llevamos un avión totalmente lleno. Así que lo que nos viene por delante es una larga noche. Luego de todas las revisiones de seguridad, contar los suministros y verificar absolutamente todo se da la autorización para iniciar nuestro embarque.

5:00pm Comienzan a llegar los invitados. Normalmente los pasajeros de los vuelos a Europa son personas con un nivel de educación ligeramente mayor al pasajero promedio. Gente adulta, culta en su mayoría. Aunque obviamente nunca falta el que se queja porque no le cabe su maleta en la sombrerera, el del vasito de agua para la pastilla que se multiplican por 250 pasajeros o el que cree que porque está volando a Europa merece atención de Clase Ejecutiva "mijito si quieres eso paga tu clase ejecutiva porque aquí no hay!"
06:00pm Finalmente estamos en el aire; siempre que rotamos en la pista pienso “la aviación es hermosa éste bichito se va a enfrentar al océano Atlántico y no parará (afortunadamente y gracias a Dios, la ingeniería y nuestros pilotos) hasta que lleguemos sanos y salvos a destino”. En ése momento ajusto mi reloj a la hora de destino y me olvido de la hora venezolana.

07:00pm El servicio de cena no difiere de lo que conté en la primera parte de éste artículo así que no me enfocaré mucho en eso. La única diferencia es que como tenemos 8 horas por delante el servicio se hace con más calma, prestando más atención a las necesidades del pasajero y cuidando más los detalles que en vuelos mas cortos a veces se nos olvidan.

08:30pm Finalmente terminamos el servicio de cena. Éste es el momento en el que se apagan las luces y ves a los pasajeros sentados en sus asientos viendo la película, escuchando música con sus ipods, otros comienzan a acomodarse para dormir y tu dices "Dios mio y ahora que hago?.... quedan 7 horas de vuelo por delante" Así que resumiré lo que los tripulantes de cabina hacemos mientras todos ustedes duermen o se aburren o lo que sea que deciden hacer en los vuelos transatlánticos. Comer y hablar, comer y hablar y después volver a comer y volver a hablar. Aquí es donde se dan las acostumbradas conversaciones de galleys donde te enteras de la vida de todo el mundo, hablas de política, religión, cotilleo juvenil, carros y hasta en una oportunidad nos metimos en una discusión filosófica de qué fue primero si el huevo o la gallina… De alguna manera esa conversación terminó degenerándose en una conversación de índole sexual a la cual no haré referencia. Lo chévere de éste trabajo es que los tripulantes en todas partes del mundo nos parecemos. Somos conversadores y sociables y normalmente las horas se pasan rápido entre conversaciones, chistes, juegos, y mucha comida: aquí es que picamos; o por lo menos yo pico un poquitico de fruta, un dulcito, otro pancito con mantequilla, una carnita que quedó de la cena, nuestra propia cena, la cena de alguna compañera que está a dieta, otro pollito que quedó de pasajeros, un juguito de naranja, un café, otra tortita, otro café y así se nos pasan las horas.

12:30am Aun nos quedan 3 horas para llegar. Este es el momento en que las conversaciones se empiezan a agotar, al igual que las energías, tu estómago no puede con más comida, los ojos se enrojecen y el frio empieza a molestar, algunas llenan botellas de agua caliente y se calientan con eso. Yo simplemente como soy hiperquinético camino para todas partes y casi que me provoca despertar pasajeros a ver si quieren algo. En una oportunidad en un vuelo que salió demorado fui al baño, me senté por un segundo y simplemente me quedé dormido prácticamente inconsciente sentado en la taza del W.C.


01:30am Cuando estás en el peor momento de sueño toca sacar el servicio de desayuno, enciendes un poco las luces, las chicas se arreglan y se maquillan y uno trata en lo posible de arreglarse para no lucir como un borracho saliendo de una fiesta. A sonreír y despertar a la gente como si estuvieras de lo más descansado con un "Buenos días desea desayunar" a lo que normalmente la gente con tremendo aliento de dragón te contestan "¿desayuno? ¿Qué es eso?" uno que ya está en modo neutro simplemente sonríe e ignoras.

02:30am Finalmente recogido el desayuno, los audífonos y ya con la luz del amanecer en la nariz del avión comienza el descenso. Debo confesar que esa sensación de comenzar a bajar es el momento más feliz para todo tripulante transatlántico. Tus pies duelen y palpitan. Piensas en la rica cama que te espera, en quitarte por fin el disfraz  y dormir hasta que no puedas más.

03:00am Bienvenidos a Europa! La hora local las 8:30 am Temperatura externa -5 grados centígrados. Desembarcan los pasajeros (más lento de lo que deseas que se bajen), te pones todo el trapero para bajarte del avión y listo a caminar como zombie, pasar por inmigración y finalmente salir a enfrentarte; con bufanda guantes y abrigo al gélido clima mañanero camino al autobús.

06:00am ¡Finalmente en el Hotel! El momento en el que esperamos en el lobby por las habitaciones es quizás el más largo y tedioso que existe. Sólo son unos minutos pero se hacen eternos y lo que te provoca es tirarte en el cómodo sofá en el que estás elegantemente sentado y dormirte ahí sin que nada más importe.

06:20am Por fin en la habitación. Sacarse los zapatos parece un trabajo imposible para tu nivel de cansancio. Una ducha rápida para descansar mejor y a la cama. Ese momento en que abres la sábana y dejas que tu cuerpo descanse y la cama te abrace es quizás el momento más feliz en la vida de un tripulante.
En la próxima entrega les hablaré de la pernocta en Europa!
Felices vuelos

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Bueno... sé que es un poco tarde para comentar porque es noviembre y ya ves.. jajaja pero de alguna manera llegué a este blog y pude leer tus relatos de "un día en la vida de un tripulante". Comento porque me parece lo más increíble del mundo lo que haces... También es mi sueño. Tengo 17 años y me queda aún para llegar hasta donde estás tú pero espero conseguirlo algún día porque volar es lo más increíble que se puede hacer y sueño con pasarme la vida por encima de las nubes, disfrutando, a pesar de que se pueda hacer pesado o a veces cansen los pasajeros.
    Creo que para ser tripulante de cabina hace falta vocación; no cualquiera estaría dispuesto a eternas horas de vuelo y exigencias de desconocidos... Tú tenías esa vocación, por lo que he leído, y me identifico muchísimo porque desde que era pequeña he imaginado como sería mi vida ideal entre aviones, por el cielo.
    Simplemente el sonido de estos aviones hace que me tiemble todo; esté donde esté, necesito asomarme y verlo pasar. Siento muchísima admiración por los pilotos y demás miembros que hacen posible y agradable el vuelo.
    Igual he escrito demasiado o ni siquiera lo lees o... cualquier cosa, pero necesitaba hacerlo. Yo vivo en España, y tu historia la veo tan cercana... increíble, me ha gustado muchísimo.
    Sigue disfrutando de tu trabajo, igual que espero hacer yo cuando consiga llegar a ser azafata, que es el sueño de mi vida.
    Y de verdad, un relato maravilloso. :)

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  2. Hola Irene disculpa lo tarde de mi respuesta. Sigue tus sueños y tus deseos. Cuando uno quiere algo con el corazón la vida conspira para que se te de. Estudia y lucha por lo que quieres te mando un gran abrazo

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