domingo, 31 de julio de 2011

¿VENTANA O PASILLO?


¿Ventana o pasillo? Ésta es la única pregunta que al pasajero promedio le hacen al momento del chequeo para un vuelo y es lo único que puede controlar. Control.... la gente le gusta tener el control de las situaciones y en un avión cuando viajas del punto A al punto B no importa que seas el ejecutivo más exitoso del mundo, o el artista más famoso del momento. Si viajas en una linea comercial y no en un jet privado desde el momento que eliges "ventana o pasillo" estás en mano de la línea aérea y tú como pasajero tienes dos opciones: o lo asumes o luchas contra ello. Y si decides luchar contra ello ahí comienzan los problemas.
Cuando la gente pierde el control de las situaciones sencillamente no saben cómo actuar. Aquí nace un dicho muy conocido en el mundo aeronáutico que dice "when the passengers pack their bags their also packs their brains" o "el pasajero cuando empaca su maleta también empaca su cerebro" En un aeropuerto la gente está a la merced de controles y situaciones totalmente ajenas a su voluntad que se pueden tornar en una situación bizarra y en la mayoría de los casos desagradable. Cuando el ser humano se ve en situaciones de estrés puede salir a relucir lo mejor o lo peor de lo que como seres humanos somos . Y en el caso de las situaciones que se presentan en un aeropuerto podemos conseguir básicamente dos tipos de personalidades: los control freak y los resignados:

El "control freak"

Es aquel pasajero que vemos malhumorado, que apenas pasa algo mínimo que no es de su agrado estalla en un ataque de ira tal que el resto de las personas se sorprende. Es el típico pasajero que vemos con el boarding pass dentro del bolsillo de la camisa, viendo los monitores de salidas cada dos minutos y su reloj cada minuto, con un maletín de mano y quejándose de que la aerolínea siempre se demora, que los precios de la comida en la feria de comidas del aeropuerto son astronómicos y hasta que el wifi gratuito del aeropuerto es una porquería porque tiene que caminar hasta un mostrador de información para que le den la bendita tarjetica para conectarse. Este tipo de pasajero está fuera de control. Aquí no está en su "safe zone"; está en un mundo diferente; en un mundo en el que nada pueden hacer y en el que o se atañen a las reglas o sencillamente quedan out. En mi experiencia he aprendido a identificar a éste tipo de pasajeros y evitarlos hasta más no poder porque ya sabemos que a la primera que pase o a la primera que escuche cualquiera de las frases que un pasajero no quiere escuchar en un aeropuerto o en un avión va a estallar en una ira horrible. Una ira que sólo le servirá para desahogarse, porque a la final no hay nada que hacer. Estás en el aeropuerto y no queda más que resignarse a lo que venga.

El resignado

Afortunadamente dentro de esta categoría entra el 90% de los viajeros promedios de una línea aérea; es aquel pasajero que también por estar fuera de su "safe zone" sencillamente se siente perdido y hasta asustado y sencillamente acatan hasta la última norma posible y que no refuta ni lo más absurdo que pueda ver. Es el típico pasajero que pide perdón por todo. Que se queda parado en el medio de una fila porque está perdido y termina siendo regañado, es el típico que no sabe o no recuerda que adentro del aeropuerto todo es más caro y termina pagando a regañadientes los altos precios; pero sin quejarse y que el hecho de que el Aeropuerto tenga wifi gratuito le parece maravilloso porque puede utilizar su laptop mientras espera su vuelo; probablemente para colocar en Facebook "En el Aeropuerto rumbo a......" . También es el típico pasajero que al llegar a su asiento ve que va sentado entre una señora de 100 Kilos y una mujer con un bebé de 1 año y no hace más que suspirar, esbozar una pequeña sonrisa y decir "permiso éste es mi asiento".

En los años que tengo como tripulante he visto como éste tipo de personajes interactúan dentro del tubo de aluminio que es el avión. En una oportunidad en un vuelo totalmente lleno una Señora que controló la decisión de "ventana o pasillo" vio frustrada su única decisión al abordar el avión y darse cuenta que su flamante asiento "32B" no era un asiento de ventanilla sino una fila central. Aquella mujer comenzó a actuar como una niña de 7 años. No había forma de calmarla, gritó como loca e inclusive en un acto que casi hizo que soltara una carcajada comenzó a dar patadas contra el suelo porque sencillamente no quedaban más asientos en el avión y lamentablemente no había nada que hacer. Mientras el resto de los pasajeros, aquellos que forman parte del 90% de resignados la miraban algunos con sorpresa, otros riéndose y otros sencillamente con verguenza. Vale la pena acotar que no faltó el "control freak"; que en estos casos siempre aparece, y gritó " ¡mija a todos nos pasa lo mismo siéntate y deja el escándalo que ya el vuelo está demorado!" Reacción de los resignados y el resto de los control freak: aplauso en cadena y una mujer muy sonrojada.

En conclusión cuando viajes en avión piensa en que grupo estás. Si en los control freak o en los resignados y en base a eso analiza tu comportamiento. Asume que no tienes el control y disfruta el ser un borreguito dentro de un mundo desconocido para todos.
Felices vuelos!

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