domingo, 5 de agosto de 2012

Daniel Stop it right now!


Siempre he dicho que el viajar en avión saca la verdadera personalidad de la gente y si hablamos de los niños sencillamente ellos son como son y punto.

En un vuelo transatlántico; de esos que duran más de lo que una persona normal puede soportar el viajar con niños puede tornarse una experiencia traumática tanto para los padres como para la Tripulación de Cabina. Hoy les voy a hablar de Daniel. Un niño con cara de inocente; de unos 5 años pero que a pesar de su cara de inocente resultó ser el niño más tremendo que he llegado a ver en un avión. Desde el embarque se hizo notar abriendo todas las mesitas plegables que veía mientras la mamá decía “Daniel Stop it right now!”

Luego del despegue los problemas con Daniel se volvieron más evidentes. Aquel pequeño niño saltaba de un asiento a otro, te pasaba por debajo de las piernas corriendo como un loco mientras se reía con cara endemoniada. Debo confesar que a mí me caía buenísimo a pesar de ser la versión real del Lucifer.

Después de 4 horas en el aire Daniel estaba aburrido. Ya no había película ni juego en el Ipad que mantuviera bajo control al pequeño Lucifer y aprovechando un descuido de los padres volvió a salir corriendo. Yo lo vi pero ya me sentía demasiado cansado para perseguir a Daniel el Travieso por el avión. Grave error el que cometí porque el pequeño demonio se ha aparecido nuevamente en el Galley con un apoya brazos en la mano y apuntándome como si fuera una pistola. Definitivamente yo también soy un mala conducta porque cuando me apuntó y me disparó simulé caer en el suelo muerto. Nuevamente grave error: Daniel el Travieso cree que tiene un aliado y comenzó mi tortura por el resto de las 5 horas que aún quedaban de travesía.

Resumo todo lo que sucedió. Resulté ser víctima de toda clase de abusos: Me halaron el pelo, morí y resucité 20 veces, me pellizcó, si estaba comiendo se antojaba, si me descuidaba de repente escuchaba el llanto de otro niño victima de los abusos de Daniel. Recibí golpes de un niño de 5 años que por cierto pegaba durísimo. Mientras tanto los padres se hacían los dormidos probablemente aprovechando de que otro estaba recibiendo las torturas de su demonio de 5 años o simplemente gritaban “Daniel Stop It right now”

Al aterrizar cuando me despidí del pequeño Lucifer recibí tremendo abrazo de su parte. A la final el niño era humano y tenía sentimientos… Quién se lo hubiera imaginado

Felices Vuelos!

@Charlieccs

1 comentario:

  1. El cariño de los chicos es el más genuino, sorprendente y emocionante :)

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