Siempre he dicho que el viajar en avión saca la verdadera
personalidad de la gente y si hablamos de los niños sencillamente ellos son
como son y punto.
En un vuelo transatlántico; de esos que duran más de lo que
una persona normal puede soportar el viajar con niños puede tornarse una
experiencia traumática tanto para los padres como para la Tripulación de Cabina.
Hoy les voy a hablar de Daniel. Un niño con cara de inocente; de unos 5 años
pero que a pesar de su cara de inocente resultó ser el niño más tremendo que he
llegado a ver en un avión. Desde el embarque se hizo notar abriendo todas las
mesitas plegables que veía mientras la mamá decía “Daniel Stop it right now!”
Luego del despegue los problemas con Daniel se volvieron más
evidentes. Aquel pequeño niño saltaba de un asiento a otro, te pasaba por
debajo de las piernas corriendo como un loco mientras se reía con cara
endemoniada. Debo confesar que a mí me caía buenísimo a pesar de ser la versión
real del Lucifer.
Después de 4 horas en el aire Daniel estaba aburrido. Ya no había
película ni juego en el Ipad que mantuviera bajo control al pequeño Lucifer y
aprovechando un descuido de los padres volvió a salir corriendo. Yo lo vi pero
ya me sentía demasiado cansado para perseguir a Daniel el Travieso por el
avión. Grave error el que cometí porque el pequeño demonio se ha aparecido
nuevamente en el Galley con un apoya brazos en la mano y apuntándome como si
fuera una pistola. Definitivamente yo también soy un mala conducta porque
cuando me apuntó y me disparó simulé caer en el suelo muerto. Nuevamente grave error:
Daniel el Travieso cree que tiene un aliado y comenzó mi tortura por el resto
de las 5 horas que aún quedaban de travesía.
Resumo todo lo que sucedió. Resulté ser víctima de toda
clase de abusos: Me halaron el pelo, morí y resucité 20 veces, me pellizcó, si
estaba comiendo se antojaba, si me descuidaba de repente escuchaba el llanto de
otro niño victima de los abusos de Daniel. Recibí golpes de un niño de 5 años
que por cierto pegaba durísimo. Mientras tanto los padres se hacían los
dormidos probablemente aprovechando de que otro estaba recibiendo las torturas
de su demonio de 5 años o simplemente gritaban “Daniel Stop It right now”
Al aterrizar cuando me despidí del pequeño Lucifer recibí
tremendo abrazo de su parte. A la final el niño era humano y tenía sentimientos…
Quién se lo hubiera imaginado
Felices Vuelos!
@Charlieccs