Tiempo sin escribir por aquí. Ahora ando en una nueva fase
de mi vida en la que comparto mi vida en el aire con mi vida en una oficina
4x4. Algo que más adelante les contaré.
Tengo una deuda con todos ustedes mis queridos lectores así
que hoy, a pesar de que estoy cansado voy
a aprovechar que tengo las musas alborotadas y les traigo "Un día en la
Vida de un Tripulante parte II". En esta oportunidad los voy a llevar
conmigo a un vuelo transatlántico a Europa con una pernocta de 2 días en pleno
Invierno.
08:00 am A levantarse pensando "ay papa hoy me toca
cruzar el charco". Desayuno rápido, quizás una diligencia rápida y a
alistar todo para ir camino al aeropuerto. Para éstos vuelos hay que revisar
siempre dos cosas: el pronóstico del tiempo y un poco las noticias del lugar de
destino para no estar tan perdido. Comienzas a empacar tu maleta y entre las
cosas que hay que meter hay que meter el aparatoso abrigo de invierno, bufanda,
guantes y calentadores porque a pesar de que estás en el trópico a 32 grados
mañana estarás llegando a -4 grados centígrados. Las maletas de invierno son
horribles; mi maleta, mi fiel compañera siempre queda gorda rechoncha. Forzar
el cierre estripando mi aparatoso abrigo de invierno y listo. Ahora a descansar o a
terminar lo que haya pendiente por hacer y estaré listo para el viaje.
12:00pm Suena la alarma que recuerda que el tiempo de toda
tu vida se detiene. Es hora de darse el baño y comenzar el ritual de
transformar a ésta persona desordenada y rochelera en un tipo de traje y
corbata bañado en perfume, peinado y afeitado. Me miro en el espejo y siempre
pienso lo mismo "Dios no me voy a quitar este disfraz hasta dentro de 18
horas".
1:30pm Te despides de
tus seres queridos con un simple “chao nos vemos en unos días” y a lidiar con
el tráfico de Caracas. Para los que son de otros países les cuento que la
capital venezolana es probablemente uno de los lugares menos amigables del
mundo para conducir y más a horas pico. Con 32 grados afuera y colas
interminables uno pierde un poco la paciencia. Se te atraviesa un carro y
piensas "#$$&(/&%& yo voy a cruzar el charco!!! y mientras ustedes
duermen yo noooo quítateeeee!!!"
3:30pm Después de dos horas de tráfico infernal finalmente
en el aeropuerto. Maiquetía se encuentra en la zona costera, por lo tanto me reciben 34 grados y una
humedad del 100% solamente caminar con el traje negro y arrastrando la maleta
provoca que se activen todas las glándulas sudoríparas y llegues al terminal
más sudado que la tapa de una olla hirviendo. El aire acondicionado del
aeropuerto te recibe bondadoso y
comienza el proceso de secarte y pensar "bueno, ahora si a cruzar el
charco"
4:30pm Abordamos el avión. El capitán hace su briefing y nos
informa que el tiempo de vuelo será de 8 horas 50 minutos y que llevamos un
avión totalmente lleno. Así que lo que nos viene por delante es una larga
noche. Luego de todas las revisiones de seguridad, contar los suministros y
verificar absolutamente todo se da la autorización para iniciar nuestro
embarque.
5:00pm Comienzan a llegar los invitados. Normalmente los
pasajeros de los vuelos a Europa son personas con un nivel de educación
ligeramente mayor al pasajero promedio. Gente adulta, culta en su mayoría. Aunque
obviamente nunca falta el que se queja porque no le cabe su maleta en la
sombrerera, el del vasito de agua para la pastilla que se multiplican por 250
pasajeros o el que cree que porque está volando a Europa merece atención de
Clase Ejecutiva "mijito si quieres eso paga tu clase ejecutiva porque aquí
no hay!"
06:00pm Finalmente estamos en el aire; siempre que rotamos
en la pista pienso “la aviación es hermosa éste bichito se va a enfrentar al
océano Atlántico y no parará (afortunadamente y gracias a Dios, la ingeniería y
nuestros pilotos) hasta que lleguemos sanos y salvos a destino”. En ése momento
ajusto mi reloj a la hora de destino y me olvido de la hora venezolana.
07:00pm El servicio de cena no difiere de lo que conté en la
primera parte de éste artículo así que no me enfocaré mucho en eso. La única
diferencia es que como tenemos 8 horas por delante el servicio se hace con más calma,
prestando más atención a las necesidades del pasajero y cuidando más los
detalles que en vuelos mas cortos a veces se nos olvidan.
08:30pm Finalmente terminamos el servicio de cena. Éste es
el momento en el que se apagan las luces y ves a los pasajeros sentados en sus
asientos viendo la película, escuchando música con sus ipods, otros comienzan a
acomodarse para dormir y tu dices "Dios mio y ahora que hago?.... quedan 7
horas de vuelo por delante" Así que resumiré lo que los tripulantes de
cabina hacemos mientras todos ustedes duermen o se aburren o lo que sea que
deciden hacer en los vuelos transatlánticos. Comer y hablar, comer y hablar y
después volver a comer y volver a hablar. Aquí es donde se dan las
acostumbradas conversaciones de galleys donde te enteras de la vida de todo el
mundo, hablas de política, religión, cotilleo juvenil, carros y hasta en una
oportunidad nos metimos en una discusión filosófica de qué fue primero si el
huevo o la gallina… De alguna manera esa conversación terminó degenerándose en
una conversación de índole sexual a la cual no haré referencia. Lo chévere de
éste trabajo es que los tripulantes en todas partes del mundo nos parecemos.
Somos conversadores y sociables y normalmente las horas se pasan rápido entre
conversaciones, chistes, juegos, y mucha comida: aquí es que picamos; o por lo
menos yo pico un poquitico de fruta, un dulcito, otro pancito con mantequilla,
una carnita que quedó de la cena, nuestra propia cena, la cena de alguna
compañera que está a dieta, otro pollito que quedó de pasajeros, un juguito de
naranja, un café, otra tortita, otro café y así se nos pasan las horas.
12:30am Aun nos quedan 3 horas para llegar. Este es el
momento en que las conversaciones se empiezan a agotar, al igual que las
energías, tu estómago no puede con más comida, los ojos se enrojecen y el frio
empieza a molestar, algunas llenan botellas de agua caliente y se calientan con
eso. Yo simplemente como soy hiperquinético camino para todas partes y casi que
me provoca despertar pasajeros a ver si quieren algo. En una oportunidad en un
vuelo que salió demorado fui al baño, me senté por un segundo y simplemente me
quedé dormido prácticamente inconsciente sentado en la taza del W.C.
01:30am Cuando estás en el peor momento de sueño toca sacar el servicio de desayuno, enciendes un poco las luces, las chicas se arreglan y se maquillan y uno trata en lo posible de arreglarse para no lucir como un borracho saliendo de una fiesta. A sonreír y despertar a la gente como si estuvieras de lo más descansado con un "Buenos días desea desayunar" a lo que normalmente la gente con tremendo aliento de dragón te contestan "¿desayuno? ¿Qué es eso?" uno que ya está en modo neutro simplemente sonríe e ignoras.
02:30am Finalmente recogido el desayuno, los audífonos y ya
con la luz del amanecer en la nariz del avión comienza el descenso. Debo
confesar que esa sensación de comenzar a bajar es el momento más feliz para
todo tripulante transatlántico. Tus pies duelen y palpitan. Piensas en la rica
cama que te espera, en quitarte por fin el disfraz y dormir hasta que no puedas más.
03:00am Bienvenidos a Europa! La hora local las 8:30 am
Temperatura externa -5 grados centígrados. Desembarcan los pasajeros (más lento
de lo que deseas que se bajen), te pones todo el trapero para bajarte del avión
y listo a caminar como zombie, pasar por inmigración y finalmente salir a
enfrentarte; con bufanda guantes y abrigo al gélido clima mañanero camino al
autobús.
06:00am ¡Finalmente en el Hotel! El momento en el que
esperamos en el lobby por las habitaciones es quizás el más largo y tedioso que
existe. Sólo son unos minutos pero se hacen eternos y lo que te provoca es
tirarte en el cómodo sofá en el que estás elegantemente sentado y dormirte ahí
sin que nada más importe.
06:20am Por fin en la habitación. Sacarse los zapatos parece
un trabajo imposible para tu nivel de cansancio. Una ducha rápida para
descansar mejor y a la cama. Ese momento en que abres la sábana y dejas que tu
cuerpo descanse y la cama te abrace es quizás el momento más feliz en la vida
de un tripulante.
En la próxima entrega les hablaré de la pernocta en Europa!
Felices vuelos